Campo de Amapolas

Mi imaginación  volaba, se iba mi pensamiento por un campo lleno de amapolas. Rojas, floridas, llenas de vida, compartiendo su espacio con las espigas.

Unirme a ellas, muy bellas, olerlas, tocarlas, tenerlas, sería mi ilusión pero deben seguir ahí para cualquier persona que venga a verlas.

Dar un paseo entre ellas, sentir su fuerza, aquí en el campo que es donde crece y dejar que crezca eso que tienen que es belleza.

Crecer y vivir en medio de la naturaleza, da fortaleza, quién pudiera tener esta fuerza.

Ir por el campo caminando, te llena de aire fresco, conexión con algo que es nuestro, volver a la esencia que no es más que conectarte con la madre tierra.

Es la verdad, estas situaciones te traen la paz, respirar armonía, caminar sin pensar en solo sentir donde estas, sin tener un hacía donde vas, esto da igual, solo camina y camina, hasta que te canses de andar o de tanta tranquilidad.

Cierra los ojos, respira, escucha todos los sonidos que tienes y no reconoces porque solo escuchas ruido, te cito,un pito de un coche o un grito, nunca un sonido tan bonito.Repito, cierra los ojos y escucha.

Y de nuevo a la realidad, hay que volver a la ciudad, ahora despierta, miro por última vez con la boca abierta, de cuantas cosas bonitas que dejo atrás, estas cosas te devuelven a la vida y no la rutina a la que acostumbramos a estar.

Un día de conexión, liberación, de saber de donde venimos y no advertimos que esto deberíamos tenerlo con más frecuencia, consciencia de unirnos a lo que realmente nos carga de energía , y nos es alimentos, es volver a conectar con nuestra esencia, LA NATURALEZA .