Conexión con la belleza, pureza, armonía, la paz que da, esto es vida.
Tarde soleada, proponerte el salir a caminar, calles de ciudad, empedradas, con poco flujo de gente, llegar a un sitio, hacía donde vamos derecha o izquierda, vamos recto me suena. Seguir andando, cruzar un puente de madera, un río pasa por debajo, sin mucho caudal de agua pero lo suficiente para transportar ramas, hojas.
Es como si entraras en otro mundo, hace 10 pasos estabas rodeado de casas, coches aparcados, rotondas, personas hablando en voz alta, bares abiertos, niños jugando en el parque..
Andar por un sendero, llevando el paso entre arboles grandes, es una situación a repetir espero, no le pongo ni un pero, en avanzar me esmero.
Bajar hasta el río donde más fluye, sentado en la orilla, que maravilla, no cuestionar ni preguntar que harás después, no es el momento, cerrar los ojos y escuchar. Sonido de como corre el agua, seguido me acuna el pensamiento, estoy en ese momento que mi imaginación vuela, corre con el agua que baja,
sin tener obstáculos...
Árboles altos, senderos,el sol entre ellos apareciendo, percibiendo la energía que tiene, solo es disfrutar tal cuál la imagen viene. En un lado del suelo hojas ya estropeadas por el paso del tiempo, al otro lado hierba, verde,intensa, un tapiz entre tanta arboleda.
Partes de explanada verde, otras solo arboles, a mitad esta la mezcla, da igual donde mires solo ves algo con lo que te sientes en plena armonía, andas como distraído mirando y mirando, la imagen te pierde.
Siempre he tenido esta conexión fuerte, hay personas que le gusta estar en este ambiente por pasar el día solamente,pero yo digo que estas sensaciones o se sienten o no se sienten.
Sentir como te acaricia la brisa del viento que te da en la cara y te recorre todo el cuerpo entero, espero a que pase no quiero perderme los pensamientos que pasan por mi cabeza, certeza de estar disfrutando con la naturaleza.
Me reza al oído un susurro, nadie me habla es el arrullo de un pájaro que a lo lejos esta pero le siento cerca, me acerca al sonido que emite, respiro y siento, la situación de no estar escuchando ni tan siquiera un murmullo, estando en plena naturaleza, me llena de orgullo.
Podría estar un día o dos, quizás tres o un mes estando solo viviendo estas situaciones, es cargar batería, energía, conexión directa, me afecta y mi cuerpo detecta, estas ya cargado, miro hacía arriba, me gusta y hace que ría.
Seguir andando, paso firme, andar por la hierba fresca, esto me hace que me reafirme, esta sensación de cosquilleo y a la vez ternura es difícil de conseguir.. ¡No quiero irme!
Llegamos al final del camino, de todo el recorrido, durante todo el camino nos acompaña el sonido del rio, el sol bajando, la tarde avanzando, mis pasos sonando en la arena, vamos paseando, disfrutando de esto que sino lo vives no puedes explicarlo, se me ocurre una palabra: DIVINO
Vuelta a la rutina, esto me mina, pero es otra parte de mi vida, estar por la parte menos divina, me adivina el pensamiento, hay que volver pronto a cargar pilas... Me digo.. ¿Alguien se anima?
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