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viernes, 6 de marzo de 2015

Tú eres el único imprescindible para tu vida.


Era otro diciembre helador en la ciudad donde vivía Juan, lógico por ser invierno.

Ese año no había nevado, no habían podido disfrutar de esos paisajes tan bonito que se forman, ver cubierta la ciudad donde vives por un manto blanco que deja imágenes de postal, para fotos y que hace diferentes esos días. Los niños disfrutan mucho y aunque no lo reconozcamos los adultos también, sea por jugar con los niños o como niños o para realizar fotos.

Iba de camino a casa tras una jornada dura de trabajo pero con la sonrisa de la vuelta a casa. Llego a casa y como muchas personas hacen por estas fechas, se puso a reflexionar sobre como había sido el año que ahora terminaba.

Pensó en como había dejado por el camino amigos de toda la vida que, según decían ellos, ya no iban en la misma sintonía de vida, habían perdido eso que un día les hizo crear el grupo de amigos. Añoraba esas charlas, esas cenas o comidas, salir a respirar aire puro a la montaña...pero en el fondo el no había hecho nada para fomentar la disolución a la cual había llegado el grupo.

Si se dio cuenta que aunque se habían quedado por el camino algunos, había retomado otras amistades y conocido nuevas personas.

En su vida personal todo iba estupendamente, ya llevaba 3 años con su pareja y estaban como el primer día que se conocieron.

La familia había pasado por un bache de salud, la madre ya tenía cierta edad y fruto de esto, ciertos "achaques" que la impedían como comentaba Marta, su madre. Apenas se quejaba pero cuando lo hacía, había que salir corriendo por lo inusual de la queja. El resto de la familia padre y hermanos seguían con su vida.

En el trabajo, habían existido altibajos pero como cada año, rumores de reestructuraciones, más responsabilidades, que si este año no habría cesta de navidad (esto era común todos los años), en definitiva, un año más del cual podía decir contento, que era de los que tenía trabajo.

Y tras evaluar el año que estaba a punto de terminar, pensó,realmente no me puedo quejar de la vida que llevo, si hago un balance, en general todo me va como creo que es una vida ordenada. Hay momentos que te gustan y otros que te gustan menos de los cuales vas aprendiendo.

Entonces, le vino una pregunta a la cabeza, ¿Qué me gustaría cambiar o hacer distinto para el próximo año y que este fuera mejor? .La respuesta fue rápida, ME GUSTARÍA SEGUIR SIENDO FIEL A PENSAR, DECIR Y HACER LO MISMO (congruencia) porque solo desde aquí las cosas cambiaran sea para mejor o para aprender o para seguir mi camino. La estabilidad en la vida pasa primeramente por uno mismo.

Podemos evolucionar, que las cosas salgan de la manera que habíamos pensado u otra, tener baches, aprender, conocer gente, dejar atrás personas, pero lo que realmente es importante es PENSAR, DECIR Y HACER LO MISMO, este es el equilibrio.

Si lo pensamos.....¡Tu eres el único imprescindible para tu vida!

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