lunes, 20 de junio de 2016

Cuando todo se pierde


Estamos instalados en una vorágine de vida que no nos permite parar para recapacitar sobre lo poco o mucho que tenemos, sobre las personas más o menos importantes de nuestra vida, cómo el dinero afecta más de lo que creemos en nuestras relaciones, cómo por mucho que se nos diga que debemos sentir no es
fácil y la cabeza nos juega muy malas pasadas.

Esta es la historia de Peter Grandfront que paso de una vida totalmente estable y feliz, casado,familia a la que quería, amigos y trabajo a no estar más que con sus pertenencias y lo poco de su ultimo trabajo.

La vida que hasta ese momento llevaba era tranquila, estable, sosegada, con altibajos como la vida de cualquier persona pero feliz.

Su rutina de levantarse para realizar una hora de salir a correr, volver para ducharse, desayuno ligero, despedirse de su mujer y marchar al trabajo.

Volver tras un largo día de trabajo para compartir desde el momento que entraba por la puerta con su mujer e hija hasta el día siguiente, siendo esto cambiado los fines de semana que disfrutaban más de hacer otras cosas al poder estar más tiempo juntos.

El trabajo era estable y sin ningún atisbo de poder cambiar a seguir de este modo.

Tenía una gran cantidad de amigos, no todos de su entera confianza aunque cercanos y siempre pendientes los unos de los otros.

Su plan de vida era seguir creciendo en la empresa, el día de mañana tener otro hijo, la parejita ya que tenía ya una hija.

Un día sin saber el motivo por el cual se daba esta situación, su suerte cambió, todo lo que hasta ese momento era estabilidad se trunco.

La empresa para que trabajaba cerraba por no tener liquidez y obviamente no podía mantenerle en nomina, su relación se resintió y le diagnosticaron problemas de salud graves derivados de la situación que estaba viviendo.

Había pasado de tener una estabilidad muy buena con una idea de futuro muy clara a tener que plantearse todo lo que conllevaba esta nueva situación.

Hora tras hora hacía balance de lo que había sido, tenido y vivido, dándose cuenta que era afortunado por todo lo que la vida le trajo y que por azar se le había llevado.

No perdió el hábito de correr por las mañanas, no hay gasto aquí se decía, aunque era el recorrido el que le marcaba en sus pensamientos más sombríos llegando a creer que la solución a todo lo que le ocurría era no estar ya que el sufrimiento que se hacía y a su mujer era muy importante. Nunca se le había pasado esto por la cabeza pero por un instante creyó en ello firmemente como salida a todos sus problemas.

Esto creo cierto temor y cambió su forma de ver la vida. Le daba miedo sentir que por un instante hubiera caído en su mente este pensamiento. Empezó a buscar ciertos alicientes para estar ocupado y tener animo, relacionarse más con sus amigos y buscar trabajo para volver a tener estabilidad.

La solución no era el ver la parte negativa de todo lo que le había ocurrido sino quedarse con todos los aprendizajes que le habían deparado esta vida que había llevado hasta el momento de perderlo.

Además empezó a comprender que parte de lo que le había ocurrido tenía que ver con no prestar atención a lo que le ocurría y estar más por el trabajo.

Al cabo de un año empezó a ver la luz al final del túnel, encontró trabajo que aunque no era lo que antes hacía le daba la energía para continuar y quien

sabe si un día llegaría a trabajar de lo que hasta ahora le gustaba.

En la actualidad no trabaja en lo que le gusta y que durante toda su vida había hecho sino en una librería de la ciudad en la que vive.

Esto nos puede ocurrir a nosotros.....

Quizás es el momento de reflexionar sobre lo que tenemos,dar las gracias a las personas que han pasado y están en nuestra vida, valorar todo lo que hemos conseguido,estar contentos por despertar todos los días y agradecer más a los que nos rodean por estar, antes de que podamos llegar a perderlo.

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