¿Me conozco?

En muchas ocasiones nos creemos lo que nos dicen, hacemos nuestro lo que otras personas opinan sobre lo que decimos o hacemos, “compramos” el comentario como si fuera nuestro y por ultimo lo aceptamos como si fuera una verdad absoluta para nosotros.

Ya desde pequeños nos están clasificando  comparándonos o bien con hermanos si tenemos o bien con los hijos de las amigas o estando en el colegio el profesor con otro alumnos.

Nos van marcando una estructura de tu eres más listo que...., se te da mejor esta asignatura que otra..., eres más simpático que ….

Todo esto lo seguimos escuchando a lo largo de nuestro crecimiento, corregido y/o aumentado por el entorno en el cual nos rodeemos. Y obviamente son frases o comentarios tanto “para subirnos la moral” como para “bajárnosla”, sin malicia, dichas quizás para etiquetarte o ir definiéndote.

Cada vez que actuamos de una determinada manera para justificarnos lo que nos decimos y decimos a otros es que así soy yo, mi carácter es este, mi forma de actuar esta otra, mis comentarios son así....

Pero....¿Somos como otros nos ven?, ¿Cómo aceptamos que otros digan que somos?

¿Alguien sabe a ciencia cierta como es una persona? Quizás solamente tiene la “realidad”de la propia persona, digo quizás y “realidad” puesto que estamos en permanentes cambios.

Hagamos un pequeño ejercicio rápido, si volvemos la vista  hacía atrás a hace 1 año, para que nos sea más fácil el comparar y cercano en el tiempo para que hayan podido existir pocos cambios....,¿somos la misma persona?, ¿Hemos cambiado? ¿Hacemos cosas distintas o pensamos de otra manera?

La respuesta esta en cada uno de los que leemos las preguntas pero entiendo que la gran mayoría contestaremos prácticamente de la misma manera.

Independientemente de lo que hayamos contestado, seguramente contestando con un movimiento de cabeza o con una pequeña vocecilla desde nuestro interior, lo idóneo no sería contestar solamente a estas preguntas sino plantearnos unas más concretas...Sin pensar en lo que otras personas cercanas o no han podido en un momento determinado decir, desde lo más profundo y tomando todo el tiempo que se necesite para cada una de ellas.

¿Cómo soy?, ¿Quién soy? ¿Me conozco?, ¿Me reconozco?

A ti que me lees pueden parecerte muy trascendentales y con poca aportación en la respuesta para lo que es tu vida....

Si sabes como eres puedes razonar como otros te ven y que proyectas o que quieres proyectar.

Si sabes quien eres te identificaras con tu esencia no desviándote de lo que eres salvo que determines que quieres que sea de este modo.

Si te conoces puedes reflexionar sobre como actúas y el motivo por el cual actúas de esta manera.

Si me reconozco en una situación concreta o a través de otra persona “que te hace de espejo” o me reconozco en como o quien soy, me da “más pistas” de lo que me esta ocurriendo. Además reconocer también es volver a conocerse dado que como hemos dicho estamos en permanente cambio.

Todas las respuestas van enfocadas a conectar directamente con lo que eres en esencia, con tu interior, con tu alma, con tu yo superior o el nombre que quieras darle. Busca el tuyo y conectate si así lo crees.

Al final son respuestas que quizás buscamos sin ponerles este texto, que nos llevan a otras y así sucesivamente abriéndose un gran abanico de sub-preguntas llevándonos muchas veces a preguntarnos todas estas u otras...

¿Desde donde quiero vivir mi vida?

Mente, corazón, mente y corazón, alma, mezcla de todas, todas forman el conjunto....

Con este post propongo una reflexión sobre como somos o como creemos que somos y como queremos ser si es que cambiaríamos alguna cosa.

Es tu elección quedarte solamente en la lectura o indagar más sobre ti.

21 Años

Sí, fue un 23 de marzo, aunque parece que fue ayer , ya han pasado 21 años.

No fue duro puesto que no dio tiempo a darnos cuenta que cogías pista para viajar donde ya te tocaba llegar.

Al cabo de una semana todo lo que eras en esta vida como persona se marchaba contigo rumbo a reencontrarte con tus familiares y otras tantas almas.

Y hoy desde la tranquilidad, calma y viviendo la muerte como un camino distinto al que siempre nos han inculcado que es vivirlo desde el dolor, te escribo.

Aunque no estas físicamente no has dejado de acompañarme.

Aunque te has ido de entre nosotros siempre estas porque lo vivido perdura en nuestros recuerdos pero sobre todo en nuestra experiencia de vida.

No estas pero te siento y no me hablas pero te escucho entendiendo lo que me quieres decir.

Te fuiste para no volver aunque algunos sepamos  que sigues entre nosotros.

Y habrá muchas personas que solo se habrán quedado con el recuerdo de la persona y  las anécdotas diarias que tenían contigo…

Pero nosotros los que te quisimos y queremos nos quedamos con todos las cosas bonitas que tenías, que enseñabas transmitiéndolas  como a ti te las habían enseñado y modificando otras haciéndolas tuyas.

Nos quedamos con lecciones de amor para con nosotros, y también el descubrir que tras una “imagen sería” siempre hubo un corazón que latía con cariño.

Nos quedamos con tu sonrisa y con tu forma de tratar a las personas aunque no tuvieras una carrera, y gran lección para aquellos que teniéndola no sabían hacerlo de la misma manera.

Nos quedamos con estas discusiones que acababan en un perdón.

Nos quedamos con vivir como una piña todo lo que ocurría, en darnos la posibilidad de opinar, consensuar todo lo que pasaba en casa haciéndonos partícipes de lo que era una familia en la cual había padres e hijos, pero todos éramos uno solo.

Nos quedamos también con tu carácter fuerte y con esos momentos en los cuales entrabas en el bucle de esto debe ser así, aunque eran las menos.

Nos quedamos con esa parte de miedos que tenías que nos han acompañado un tiempo pero que hemos liberado puesto que eran tuyos y no nuestros.

Nos quedamos con tantas y tantas historias que nos has ido contando y que nos han servido para afrontar los baches que hemos tenido.

Y lo que es más importante, nos quedamos con una última lección antes de entrar en el transito hacía ser la luz que siempre fuiste en vida, como sabiendo que ya no estarías entre nosotros, nos supiste  tu a nosotros, acompañar en tu despedida.

Gracias por seguir acompañándome, por no haberte ido del todo, por enseñarme a querer y respetar a las personas, por saber callar a tiempo porque esto también es opinar, y gracias porque SIN DUDA “ la elección como padre”, fue totalmente acertada

Solo te puedo decir MUCHAS GRACIAS, porque gracias a todo lo que me has enseñado aparte de lo que yo he aprendido, hoy soy quien soy.

Camino Confianza

El camino hacia llegar a conseguir lo que sientes que es tu objetivo, se llama confianza.

Este que cogemos con mucho ímpetu pero que cuando llegan los baches querríamos abandonar para coger el camino confort que nos da la seguridad que con el otro  veces no tenemos.

Confianza es seguir andando sabiendo que estamos dando los pasos que sentimos que son los adecuados para continuar avanzando.

Es cierto que no siempre se dan las circunstancias como nos gustarían pero se dan como deben ser para seguir aprendiendo o porque necesitamos de esta situación dada para incorporar más confianza si cabe en nuestro interior. Confirmar que esto que sentimos sigue en pie.

La verdadera confianza se da cuando van llegando baches y situaciones que nos hacen tambalear ese sentimiento que tenemos que nos mueve para querer llegar á un punto pero que coges aire, das gracias por el aprendizaje y continuas hacia adelante sabiendo que llegaran otros momentos que se darán de otra forma las cosas.

Confiar es sentir dentro de nosotros que la llama  que nos mueve por mucho que ocurra no se apaga sino que al contrario de lo que podrían pensar otros, no sólo sigue viva sino que crece para darnos más energía.

Sentir mariposas en el estómago cuando estás haciendo lo que sientes que debes, no es trabajo sino que es disfrute, no es cansado sino que da energía, da igual el sitio u horario que tengas que hacer o lo que tengas que llevar para desarrollarlo puesto que la ilusión y el sentimiento que crea dentro es la mejor recompensa.

Y da igual lo que venga si tu sentimiento es firme de lo que deseas llevar a cabo, no hallaras problemas sino soluciones. O se darán soluciones a lo que parecen problemas.

Sentir que has encontrado tu camino es bonito, es placentero, es sentir la libertad de hacer lo que llena los pulmones de aire, saca tu luz a relucir y te conecta con tu esencia, con lo que realmente eres luz que llega a todos a través tuya.

Conectar con la confianza no es fácil para que nos vamos a engañar, tienes momentos de estar arriba y abajo pero una vez que sabes mantenerte surfeando entre estas emociones incluso le coges cariño.

No dejes de hacer lo que sientes por falta de confianza puesto que cuando se apuesta de corazón, existen baches, quizás parones para poder mantenerte para después retomar tu camino pero llega un momento que tú sentir y vibración es tan grande y alta que llegas a conseguirlo.

Siente y vibra alto lo que sientes para alcanzar lo que un día era un sentir y hoy es un amar lo que sientes.

Arco Iris

Creyendo haber encontrado el camino, se perdió en sus pensamientos. Estos que le hacían ver la vida de manera diferente a lo que estaba haciendo o sentía que debía hacer.

Uno de estos días que todo es gris aunque haya un sol resplandeciente, lento en el tiempo aunque vayas de acá para allá y de encontrarse con personas que más allá de animar veían la vida como si todo fuera a sucumbir al abismo.

¿Acaso no se había dado cuenta y la vida estaba tan mal?,  pensaba que como ella estaba inmersa en la dirección que quería tomar, en poner foco en lo que deseaba y sentía...quizás había dejado de ver la realidad.

Volviendo a sentir dejando por un instante el pensar más racional se dio cuenta que era feliz haciendo lo que hacía, le gustaba levantarse por las mañanas sabiendo que había un día más para disfrutar y seguir el camino por el que iba , sonreír a las personas, hablar con todo el mundo compartiendo en lo que creía....

Esta era su realidad, igual que la otra era la de otras personas y ninguna era mejor ya que cada uno estaba atravesando el sendero que le tocaba vivir para continuar.

Cada uno está en un camino y a veces coincidimos con personas que están en el mismo siendo acompañados durante un largo tiempo o desviándose en algún punto.

Es lógico que tengamos momentos de cuestionar todo lo que estamos haciendo ya que sentimos ciertas inseguridades o miedos en algún punto.

Esta bien cuestionar lo que estamos haciendo no desde el juicio sino desde explorar que estamos haciendo y desde donde lo estamos llevando a cabo. Es desde el amor, desde el reto, desde querer que otras personas se sientan orgullosas con nosotros... ¿ desde dónde?

Y quizás lo importante no sólo es revisar lo que hacemos sino seguir haciendo lo que sentimos que nos hace estar en una situación constante de alegría interna que nos lleva a continuar llegue lo que llegue o tarde lo que tarden en llegar las situaciones que deseamos.

Días nublados hay, días de lluvia también pero dicen que tras la lluvia se queda limpio el ambiente.

Vive los días soleados con la misma alegría que los lluviosos porque al final saldrá el arco iris.

Confiar

Le preguntaba Elvira a Will.

¿Cómo es posible que si no tienes trabajo, como se entiende por 8 horas diarias, puedas vivir tranquilo?

¿Cómo sin tener unos ingresos extraordinarios aunque si para vivir, puedas sonreír todos los días?

Este siempre le respondía que podía vivir tranquilo y sonreír porque la vida le traía todo lo que necesitaba para ser feliz. Solo necesitaba lo básico: Tenía salud, ciertos ingresos y una casa.

Seguía argumentando. Creía firmemente en el por lo tanto llegarían las situaciones que  sentía que se darían para seguir viviendo y a lo mejor no era el más rico del mundo pero si lo era si se miraba hacia adentro y veía el amor que se tenía, la confianza y la tranquilidad que reinaba en su corazón.

Un despertar creyendo que llegaría un día que dejaría de estar en esta situación que para unos cuantos era angustiosa pero que para el era transitoria, podría seguir viviendo de lo que realmente era su pasión, esto que hacía que cada mañana fuera diferente puesto que cada mañana era un día más de poder disfrutar del regalo de seguir soñando, seguir viviendo.

Respiraba la tranquilidad de saber que estaba haciendo lo que sentía y en lo que creía para llegar a su objetivo, que no era más que respirar aire puro, el aire que te hace ser libre de las ataduras que se llaman presión por tener un trabajo fijo para estar en ese equilibrio siempre buscado.

Vivir "como un funanbulista" puesto que si las situaciones se torcían pues podría pasar apuros pero curiosamente no se torcían o cuando sucedía salían otras cosas que hacían que fuera como si no hubiera ocurrido esta situación.

Seguir inmerso en creer, crecer como persona ya que esta situación le hacía estar permanentemente en conexión con el para seguir "fuerte" hacía adelante.

También le comentaba que había ocasiones que flaqueaba en su convicción pero rápidamente encontraba esa burbuja de aire fresco que le hacía conectar de nuevo con la ilusión de seguir, y cuando no era así, tenía una gran baza a su favor, un gran abanico de amigos que le hacían de soporte en estos flaqueos.

Will le decía a Elvira que todo el mundo podía sonreír y vivir tranquilo si realmente se querían y creían en ellos puesto que era la mejor energía que podían tener para continuar. Que las dificultades podían llegar pero que desde esta actitud se podían superar puesto que se veían las soluciones donde en otros momentos se podrían ver "problemas".

La actitud frente a la vida hacía de Will una imagen "a copiar”, sin darse cuenta que todos podían sacar de ellos mismos la energía y convicción que él.

Por lo tanto no es querer copiar a Will en este caso o vivirlo como Elvira "admirando" lo que ella creía complicado tener. Lo importante es encontrar en nosotros este amor ,confianza y sentir adentro que podemos conseguir lo que creamos puesto que pueden existir baches pero tras superarse se continúa hacia adelante.

Inspirarte en otros como referencia está bien pero no buscar en otros lo que tú también tienes.

Ámate, date valor y confía.