Brindar por la vida

Todos deberíamos parar a pensar en lo que tenemos, hemos dejado de tener y tendremos. 

Y desde aquí digo...

Brindo por la salud, mejor o peor pero tengo salud.

Brindo por todas las personas que me acompañan en mi camino (recién conocidas y las que llevan tiempo) y por las que  se quedaron dejandome un montón de alegrías y otros tantos aprendizajes.

Brindo por mi familia, un tesoro que me regalaron al nacer y que conservo como uno de mis grandes valores.

Brindo por mi pareja. Su alegría, juicio, inteligencia, sensibilidad, belleza exterior pero sobre todo por tener un corazón que deslumbra. Ah! Y por aguantarme...

Brindo por LA VIDA, permitirme disfrutar de ella porque no teniendo una fortuna en el banco, tengo la fortuna de tener todo lo que necesito. 
Por permitirme ilusionarme, el poder caer pero darme la opción de levantarme.
Aprender de los distintos procesos que van y vienen, unos maravillosos y otros puro aprendizaje.
De sonreir a la gente de manera verdadera, desde no tengo porqué forzarla.

Por último brindo por poder levantarme cada mañana con ilusiones y pensando, que si ayer fue  un día malo o bueno, hoy será mejor. 

Y SOBRETODO brindo por cada día conocerme un poco más, y saber que no tendré barreras para hacer nada SI CREO EN MI Y ACTUO DESDE EL CORAZÓN.

La realidad

Se dice que la realidad es neutra porque cada uno tiene su realidad dependiendo de las experiencias y vivencias que ha tenido. No existe una única realidad.

Lo explicaré con un ejemplo en forma de experimento que se hizo.

Tres niños, a cada uno de ellos se les deja en un cuarto diáfano y con una serpiente en uno de los lados.

El Primer niño criado en la selva, lo que le parecia extraño y se sentía mal era con el cuarto vacio, la serpiente no le daba miedo.

El segundo niño, criado en la ciudad y parte en el campo. Lo que pensaba es que  hago aquí  en un sitio diáfano y.. mientras la serpiente no se acerque todo ira bien.

El tercer niño, criado solo en la ciudad sin salir de ahí, el estar en un sitio vacío no le importaba, según vio la serpiente se puso a gritar.

¿Cual de las tres era la verdadera realidad?

Todas. 

Tres niños, en un cuarto diáfano con una serpiente en el.

Mochilas emocionales

Seguro que nos ha ocurrido, conocemos o nos han contado que sentían miedos o culpas relacionadas con otras personas. Responsabilidad de no hacer todo lo que uno debe y por eso no sentirse bien.

Pondré un ejemplo para explicar éste  tipo de situaciones.

La hija/o que cree que no está cuidando correctamente a su madre porque no vive con ella, pensando que sus hermanos no se encargan como a ella le gustaría. Sin embargo, la llama todos los días y  cada vez que la ve se desvive en cuidados. Y se siente mal porque  cree que debería hacer más. 

Realmente esta cargando con una mochila o peso emocional que no es suyo, ella hace todo lo que puede por su madre, lo que esta a su alcance y la responsabilidad es de los hermanos que viven con la madre y no la cuidan como debería  ser.

Debemos "cargar" con las mochilas que son nuestras y solo nuestras, y siendo coherentes con que eso que cargamos en un momento determinado si le ponemos foco o ponemos  de nuestra parte también podría cambiarse o gestionarse para ir más  descansados de peso o no llevar.

Es lógico pensar que puedes hacer más de lo que haces por otras personas, pero también es lógico pensar que haces lo que esta en tu mano  y más allá de esto, deben ser otros los que arrimen el hombro.

Foto: http://www.freedigitalphotos.net/

Viajar con la imaginación

Cuando nos dicen de viajar siempre pensamos  en un lugar del mundo y en un medio de comunicación para ir a ese sitio.
Un lugar cercano o no, dependiendo del sitio que nos haga ilusión ir.

Y esta es una opción de viajar pero... hay una forma igual de buena y en ocasiones mejor, viajar con la imaginación.

Vas a cualquier sitio que quieras, sin moverte, sin salir de donde estas, acompañado de quien quieras...
La imaginación es esto que utilizamos en muchas ocasiones para transportarnos a donde nuestro interior quiere.

Viajar, sea de manera física o mediante la imaginación es igual de bueno, cada una en su estilo.

Sueños

Cuando sale el sol se acaban los sueños, empieza el día y quizás  los sueños se hacen realidad.

Transcurre el día trabajando o buscando trabajo, estudiando o haciendo las cosas de la casa, que más da cuando los sueños son sueños y no luchas para que un día se hagan realidad.

Cuando llega la tarde  el sol se esconde y llega la compañía de la luna; la luna que nos transporta a los sueños despiertos, pedirle que se cumplan y que nos de fuerza para llevarlos a cabo.

Y por último, de nuevo, dormir y los sueños, donde todo lo que queremos se cumple, donde no hay miedos, ni tristezas, donde existe cualquier persona a nuestro lado, y somos  capaces de cualquier cosa.

Los sueños no tienen porqué ser sueños si ponemos la suficiente energía para cumplirlos, para  llevarlos a cabo. Unas veces se cumplirán y otras no, pero seguro que si no lo intentemos, seguirán siendo eso, sueños.