Podríamos hablar de una hora concreta, un día de la semana y un mes pero da igual este dato puesto que lo importante es el momento.
Ese momento que te tomas, respiras, coges asiento sobre unas piedras. De fondo el mar, a tus pies unas rocas, como compañía el sol a tu espalda y como sonido tus pensamientos.
Sentir y tener pensamientos que te traen bonitos recuerdos, situaciones intensas, espacios de silencio en los cuales solo disfrutas del paisaje. Seguir meditando sobre todo lo que gira entorno a tu vida, tu pasado y presente, lo que sientes, que has sentido, recuerdas parte de tu vida y ya te animas para hacer un recorrido por todo lo que has vivido desde que eras pequeño.
Parecerá una locura retrotraerse a tantos años atrás aunque sea joven es cierto que es una buena forma de comprender de donde vienes, desde donde has partido y todo lo que has llegado a conseguir o estas consiguiendo.
Darte cuenta de cuanto has cambiado en tu forma de ser, ya no eres el niño tímido de rizos castaños, ahora ya más espabilado pero con esa sensibilidad que durante cierto camino de vida habías perdido pero que en esencia siempre ha ido contigo.
Ver que aunque vas dando pasos te quedan muchos por dar. Aunque has querido hacer las cosas lo mejor que has podido y sabido, te has ido cayendo y levantado de baches que te has ido encontrando o poniendo en tu camino.
Saber que aunque no todo sale como tu quieres, has intentando desde no hacer daño, realizar las cosas de la mejor manera.
Miras todo esto y también te das cuenta que tienes merito en llegar a donde has llegado, todo lo que has aprendido, los riesgos que has asumido cuando has tomado decisiones importantes que han marcado tu recorrido como pueden ser cambios importantes de ciudad,trabajo,pareja o sentido hacía donde quieres ir.
Forma parte de todo lo que te ha acontecido y debes tenerlo en cuenta.
Darse valor en la medida que sea objetivo es importante ya que no todo son baches, caídas y decisiones que no son como nosotros queremos sino que hay cosas que nos hacen fuertes, que nos marcan trayectorias y formas de ser para continuar caminando.
No es pretender arreglar todo lo que te ocurre en unas horas, en un día, en unos pensamientos que vienen y se mantienen o teniendo otros fugaces sino sabiendo que es el comienzo de como bien dice el blog "Parar y Pensar", añadiendo como coletilla y sentir.
Y sabiendo que aunque veas que el mar golpea sobre las rocas, ellas asumen el golpe y seguirán estando ahí formando parte de ese paisaje para el que quiera contemplarlo sea en este estado o cuando no haya golpe sino que el agua se deslice sobre ellas, las roce acariciándolas, cuando hayan vuelto las aguas a estar tranquilas.
Sentir que este encuentro con la naturaleza no es solo para este día, que el mar estará ahí, las rocas no se moverán, el sol no siempre estará de compañía pero SÍ SIEMPRE la reflexión desde mirarse al interior para preguntarse sin juzgarse, ¿que puedo mejorar? y para dar las gracias por todo lo que has conseguido yendo solo o acompañado.
Viviendo desde el Carpe diem, vivir el aquí y ahora, sentir el presente como referencia de actuación aunque revisando para tomar impulso el pasado pero no para anclarse en el.