Seguramente si preguntásemos, ¿Que
sabor le pones a la vida?, cada persona le pondría uno distinto.
Cada persona lo relacionaría no solo
con un sabor sino con un olor y sobre todo una imagen.
El sabor de la vida quizás no esta
tanto en el gusto, el olfato o en la parte visual, estaría más
relacionado en como te tomas la vida, las cosas que te ocurren, las
circunstancias, los momentos, las personas que conoces, las
causalidades, las sincronicidades...
Cada minuto pasan cosas, cada instante
tiene una trascendencia, cada situación te lleva a otra, cada
pensamiento crea, cada sentir que tienes te llena el alma o aprendes según como sea.
¿Cuál es el sabor de la vida?
Podríamos contestar o decirlo como que
es tan simple como vivir.
Dejarse llevar por el recorrido que vas
“pidiendo” a cada momento con lo que sientes sea consciente o
inconsciente, con las vibraciones que emites siendo bajas y por lo
tanto trayendote cierta secuencia de circunstancias o altas con otro
resultado distinto. Al final ni es bueno ni malo lo que se atrae, ES.
Vivir el momento, Carpe Diem,
mindfulness, la palabra que cada uno quiera poner, estar presente en
lo que estas haciendo puesto que así disfrutas de ello.
El pasado ya no esta, el futuro no ha
llegado,el presente es cada instante que si no prestas atención,
pasa y ya es pasado.
Hayas pasado por situaciones duras o
no, debemos aprender a sacar conclusiones positivas (que no te dañen)
aprendiendo de la misma situación.
Saber que hemos venido a ser felices
pero que a veces nos desviamos de este camino, a disfrutar de todo lo
que tenemos que aprender y que la vida es más sencilla de lo que
parece.
Debe ser un fluir continuo de
situaciones que unidas a lo largo del tiempo que estemos aquí se
llamen VIDA.
Que no es fácil la vida en muchas
ocasiones es verdad, pero que podemos ponerle más o menos peso a
estas ocasiones, también es cierto.
Hoy estamos pero que un segundo más
tarde no es así y no es malo pero muchas veces desaprovechamos el vivir todo lo que nos rodea de otro modo.
Solamente tu decides que sabor tiene y
tendrá tu vida, puesto que cuando nos llegue el momento de no estar
como tal, ese será el regusto que te quede.