lunes, 2 de noviembre de 2015

Guardar o dejar marchar


Momentos intensos que nos llevan a crear sensaciones, punto de conexión con estas experiencias que vivimos.Somos los que decidimos que es lo que queremos  guardar y que es lo que queremos dejar marchar. Pensamientos que se quedan con nosotros una gran temporada, otros toda la vida y algunos que llegan para alegrarnos el día pero a partir de ahí llega su partida, son para la situación concreta y sacarnos puntualmente de donde estamos.

No solamente esta en nuestras manos guardar los pensamientos buenos o malos por así decirlo, también los recuerdos amargos, anclados aunque ya están pasados, revivimos en momentos determinados para seguir "castigándonos" en vez de usarlos para seguir avanzando.

Somos dueños una gran parte de lo que hacemos aunque creamos que no es cierto, otra es verdad que nos debemos a lo que "la sociedad" nos demanda pero no para todo.

Es muy claro que tenemos libertad de actuación frente a lo que vamos viviendo en la medida que nosotros queremos superar barreras ya que sin darnos cuenta nos las ponemos por miedos y así le echamos la culpa al resto, queríamos pero....esto no me lo permite...

La libertad de actuación de la que hablo es actuar desde la parte que tu si puedes cambiar porque solo depende de tí. Por poner un ejemplo: Una persona que es nudista si va a una playa que no lo es debe ponerse un bañador pero si elige ir a la que le corresponde por su creencia estaría también actuando desde su conciencia.

Cambiar tu forma de actuar no siempre es fácil por todas las trabas que nos ponemos y de todo lo que hemos desaprendido.Un niño no tiene la misma percepción de las cosas que un adulto. El no ve peligro en correr y correr sin sentido, sin un lugar a donde llegar, solamente correr y si se cae se levanta y a continuar. Además si quiere ir a un sitio busca la forma más recta de llegar a ella independientemente de lo que haya por medio, intenta sortearlo hasta llegar a su objetivo que lo mismo solo es coger un papel del suelo...

Nosotros ya nos vamos poniendo a pensar que correr por correr no es divertido, siempre tenemos que tener una meta donde llegar para después volver desde este punto.Si nos caemos dependiendo del tipo de caída y las repercusiones físicas que nos deje lo mismo tardamos en volver a correr ya que...y si me pasa de nuevo...y si es más fuerte el golpe...en vez de pensar y si pongo un poco más de cuidado o y si solo fue una caída y no me vuelvo a caer nunca más.Además el ir en linea recta nos cuesta y sobre todo cuando tenemos que ir a por algo que nos interesa o nos hace mucha ilusión o decirle a una persona que nos importa ciertas palabras. Damos miles de rodeos para al final no llegar a donde a priori queríamos o llegar tan llenos de nervios que lo que debería ser para disfrutar se convierte en un infierno.

Debemos quitarnos estos miedos que siguen ahí y estarán durante un buen tiempo si no les ponemos remedio. Y tenerlos es bueno pero para aprender de ellos, para sacarles el partido que debemos puesto que han venido no para amargarnos la vida sino para que aprendamos de ellos.

Pensemos que lo que nos va ocurriendo no es para hacernos la vida más complicada, para estar en permanente sufrimiento, desesperación, dolor. Es para qué una vez que llegan sacarlos provecho, revisar que es lo que nos esta pasando y una vez que llegas a una conclusión, preguntarte: ¿Qué puedo hacer yo para cambiarlo?.

Creer que lo que nos ocurre "es un castigo" por muy dura que sea la experiencia es darle rienda suelta a la mente y restarle importancia al sentimiento, puesto que si pensáramos con el corazón nos daríamos cuenta que seguramente esto llega en un momento concreto para que sanes ciertas situaciones. Si estamos en que todo nos pasa a nosotros, que somos unos desgraciados y que la culpa esta fuera sin que tengamos ninguna responsabilidad estaremos actuando desde el ego y no pasa nada, lo único que la situación se repetirá puesto que esta vez no has aprendido...en la próxima vez te la pongo en otro formato pero te la repito.

¿Nos damos cuenta que cuando no ponemos resistencia a como puedan salir las cosas aparte de ir más tranquilos, nos sorprenden gratamente? Seguro que en nuestra vida ha llegado un extremo que hemos dicho...puff, no puedo más, me rindo y curiosamente al bajar el grado de ansiedad o estrés o de exigencia que tenias...se han abierto ciertas puertas que hasta ahora tenías cerradas.

Guarda lo que creas que debes guardar y que te puede ayudar para avanzar, recuerdos que no quieres perder ya que pueden ayudarte a superar situaciones concretas. Guarda en tu memoria pensamientos bonitos, recuerdos amables, otros que no son tanto pero que no te bloquean y que son experiencia para seguir mejorando. Guarda situaciones que puedas recuperar trayendolas a tu presente que hagan que te llenes de energía, llevando a tu cara una sonrisa.

Deja marchar todo esto que ya no te hace falta puesto que has aprendido de ello, aquellas cosas que no ayudan sino que anclan, recuerdos que causan dolor más que bienestar y que no son verdad ya que no son parte de tu experiencia,solo una herencia de tus antepasados. Dejar marchar personas que no te acompañan sino que te ponen zancadillas. Etapas que has pasado y que como tales ya no tienen cabida en tu vida.

Quizás es un buen momento para sentirse en la libertad de pensar... ¿Que quiero guardar? ¿Que quiero dejar marchar?

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