Esta es la historia de dos amigos, la tristeza y el papanatas.
La tristeza siempre estaba con la pena como el mejor valor a exponer a todas las personas que conocía, todo era ver el vaso medio vacío, y por muchas vivencias positivas que tuviera, les daba la justa importancia o el justo tiempo, no siendo recordada por estas, para vivir desde el drama.
Por su parte el papanatas siempre estaba andando por la vida sin aportar nada, pasando por la vida sin que la vida pasará por el. Y sin transmitir lo que realmente pensaba.
Un día abrieron los ojos y se dieron cuenta que era más luminoso sonreír, que el vaso siempre está medio lleno,que la vida es para vivirla desde las ganas de ser y estar. Y que lo más bonito que tenemos son los sentimientos desde la tranquilidad de mostrarlos sin pensar que nos pueden hacer daño.
Viva la alegría, la gente con ganas de ser y transmitir.
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