Reflexiones sobre pensamientos, emociones, sentimientos y situaciones, sin querer convencer a ninguna de las personas que lo lean, solo es para que cada uno saque sus propias conclusiones.
viernes, 11 de diciembre de 2015
El tiempo puso la distancia no las palabras....
Y un día todo empieza de nuevo, esto que creías que nunca retomarías, que ya había pasado, nunca acabó porque nunca ocurrió nada para que acabara pero se fue terminando, dejando que el tiempo pasara, que las palabras no fluyeran, hoy porque creo que me dirá....otro día para que si no nos tenemos que decir nada
más...y el tiempo pasa sin que pongas remedido a una situación que siempre fue buena, muy buena y nunca debió terminar ya que si por parte de dos no había existido pelea, ni mal entendido, ni discusión, ni intercambio de palabras más subidas de tono...¿para que dejarlo marchar?.
Fue quizás por terceras personas que iban diciendo y diciendo, poco a poco minando una moral que aunque estaba fuerte al final te dejas llevar y permites dejar de lado personas que sin haberte perturbado en tu forma de actuar y sin haberte hecho nada pasan a un segundo plano. Además si la tercera persona tampoco hace por solventar esta situación no terminada pero si rara ya que no es como antes pues...no es que te den la razón pero si continuas dejándote llevar por el agua que te lleva a lugares que no quieres pero tampoco estas a disgusto.
A menudo ocurre que se van quedando personas por el camino sin que haya ocurrido nada pero que pones espacio por medio y apartas para no volver a saber nada.
Puede ser dejadez en continuar con una relación que era buena o normal que como todas las relaciones aunque cueste abandonar es ley de vida, van viniendo o llegando personas que se quedan por más o menos tiempo o lo mismo toda tu vida. Puede ser también por influencia de otras que te van diciendo y contando
pequeñas anécdotas o cuestiones que te hacen ver las cosas de otros colores que no son las tuyas. Puede ser que nunca fueran tan amigas como creías que eran y te dieras cuenta que lo que parecía muy fuerte e importante a las primeras de cambio era débil y banal. Puede ser porque uno no dice nada para arreglarlo
el otro tampoco hace por hablar y al final se deja perder una relación de amistad que tuvo un inicio pero que nunca se puso un final.
Hay veces que por mucho que unos y otros se empeñen en que una relación no debe continuar, es tan solida que por mucho que te digan ahí actúa el juicio, emociones, lo que sientes por esa persona y no hay forma de romperla.
Claramente nuestra forma de ver la vida, las experiencias que hemos ido teniendo es lo que nos marca como actuamos ante situaciones de este estilo, si nos dejamos más o menos manejar por otras personas a la hora de tomar decisiones de dejar de hablar con unos u otros, si realmente por mucho que nos digan tomamos nuestras propias acciones, si podemos mantener la amistad con una persona aunque haya una ex "amiga" que sigue siendo común que no es santo de nuestra devoción.
Entiendo que es complicado esto de las relaciones entre personas cuando existen tantos componentes externos e internos que nos llevan a tener que tomar decisiones, a decantarnos por unos u otros o por ninguno,estar alerta ante posibles manejos de terceros que nos intentarán influenciar, ser honesto con
nuestras convicciones ante situaciones, incluso a tener que mantenernos firmes en lo que pensamos a pesar de perder personas que para nosotros son importantes.
Muchas veces tendremos que renunciar a tener cerca personas que nos dolerá en el alma abandonar, dejar de estar cerca, sentir su influjo, notarlas siempre pendientes pero que todo esto que nos aporta puesto en una balanza con otra u otras formas de actuar no nos compensa según nuestra manera de sentir y entender.
Decía con toda la razón del mundo Don José Ortega y Gasset "Yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella no me salvo yo".
Nos aparecerán situaciones que deberemos anteponer a nosotros y nuestras circunstancias ante lo que podríamos mantener o llegar a tener continuando con una relación o relaciones que pueden ser sobre la mesa perfectas pero que rascando un poco se desvanecen cual castillo de naipes.
Retomo el comienzo de mi post para decir, que también habrá ocasiones que sientas que debes retomar una relación de amistad que nunca debió terminar, que nunca acabó porque nunca existió un fin, que fue el tiempo quien puso la distancia pero no las palabras, que no hubo motivo para que todo terminara y que es
bonito reconocer que si no hubo nada para que se terminara, no hay NADA que impida que exista un CONTINUARA en vez de un FIN.
Sintamos y reflexionemos si tenemos relaciones que se han terminado sin que haya existido nada para ello y que nos gustaría retomar, quizás no para volver a tener la misma amistad o igual sí, pero si por lo menos para contactar y decir....¿como te va la vida?
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