lunes, 7 de septiembre de 2015

Relaciones


Sentimientos fingidos, pensamientos encontrados, situaciones tirantes,  reflexiones que no nos llevan a ningún lugar,tristeza en el pecho, pena en el alma.

No parar de llorar, ahora tomo pastillas, dicen que es ansiedad, yo solo quiero morirme ya no tengo lo que más quería,me despierto todas las mañanas con la misma pregunta, ¿para que vivir si no esta él?.

Quizás me he creado una dependencia que no debía tener pero no lo puedo remediar el pensar y que venga a la cabeza, no puedo evitar estar en permanente emoción de soledad, es despertarme agitada por la noche, desconsolada porque me giro y no le veo a mi lado.

Todo giraba a nuestro alrededor, eramos la envidia por el tipo de relación que teníamos, mágica, de ensueño, sonreír continuamente, complicidad con solo una mirada, saber lo que pensaba la otra persona.

Ahora me llega estar en esta situación que no imaginaba, me siento triste pero no abandonada, las personas no nos pertenecen, van y vienen, hoy están a tu lado y mañana ya no estarán más, es cuidar que esta situación o relación siga por mucho tiempo.

Abonar todos los días las relaciones como si fuera una planta.Regar con ilusión y felicidad, hablar mucho, comprender lo que siente la otra persona aunque no lo compartas, respetar puntos de vista, que si sale o entra y no es contigo no pasa nada, antes que tu llegaras tenia vida, familia y amigos.

Cuidar no es estar pendiente de lo que hace, con quien va, si llega tarde pensar que puede pasar.Ponerte en la peor situación sin tener motivo no te ayuda sino que crea una idea en tu cabeza que no es real aunque para ti cobre protagonismo.

Dejar actuar, su espacio, sus momentos de  soledad o tranquilidad no es que no te quiera es que todos en momentos necesitamos nuestra parcela y el día tiene 24 horas por lo que tiempo hay si lo sabes buscar no tiene que ser siempre juntos.

Creer que ir a todos los sitios juntos si o si es compartir y no es así, es no dejar elegir que no apetece un tipo de situación y que puedes quedarte en casa mientras la otra persona disfruta de lo que a ella si le gusta.

Dejar decidir o pensar es sumar, que la otra persona pueda tomar las decisiones que crea mejores para ella o para la pareja se asemeja a cierto ideal de comprensión y evolución propia o mutua.

Dicen que amar es dejar de pensar en un mismo para pensar en la otra persona. Dejar de vivir en el yo para sentir en el nosotros.

Estas son una serie de circunstancias que pasan en las parejas, unas nos sonaran de amigos, otras de familiares y otras nos tocaran muy adentro porque lo que cuento es cierto que en menos o mayor medida o en alguna ocasión nos hemos visto en este pensamiento o forma de actuar.

No es explicar esto que cuento para decir que todas las parejas actúen de esta manera, si lo pongo sobre la mesa para que nos demos cuenta si en alguna ocasión hemos actuado así y si contado o leído nos da por pensar en vez de verlo normal porque lo hacemos con cierta frecuencia o a diario.

No existe la pareja perfecta, que hay muchos momentos felices lógicamente, que hay alguna discusión por supuesto, pero que debe existir dialogo y comprensión para que las situaciones amargas que se den puedan solventarse, también.

Reflexionemos sobe las relaciones que tenemos, en este caso hablo de pareja, pero estos mismos hechos podríamos llevarlos a la familia o amistades...¿cómo lo vemos?

Considero que una relación que en una imaginaria balanza te hace más llorar que reír es una relación acababa y hay que tomar decisiones, aunque duelan. Es mejor llorar un tiempo medio o largo que no estar agonizando todos los días.La moral la mina, la autoestima, la felicidad, la alegría de vivir.

¿Qué tipo de relaciones tenemos? ¿cuales queremos seguir conservando? Estas son dos grandes preguntas que por mucho que duela la respuesta o las consecuencias que se de dan tras actuar en coherencia, hay muchas veces que es mejor tomarlas que seguir "engañándote" en sentimientos que no te hacen feliz.



No hay comentarios:

Publicar un comentario