jueves, 22 de enero de 2015

El local de la Música


Abre a las 20:00 y cierra ya entrada la madrugada, cuando el ultimo cliente decide que es hora de irse.

Lo regenta una persona simpática, paciente, comprensiva y siempre con una sonrisa en la boca. Todos se preguntan como llego al pueblo, que hace ahí con todo lo que sabe y parece conocer a las personas. El hecho es que esta ahí.

El local de la música es llamado así por los habitantes del pueblo donde esta situado. Un sitio donde las personas toman la iniciativa, salen al escenario, cogen las riendas del momento y durante un instante o quizás por todo la noche se escuchan sus notas.

Normalmente no hay mucho púbico, pero el que hay es fiel a unas normas, escuchar en silencio apoyando a las personas que van saliendo, algunos probaron un día por ver como era y ya se quedaron. Luego están los que por curiosidad o por la leyenda del local, probaran.

Preguntan unos extranjeros a una persona del pueblo: ¿Que tiene de especial el local si solo es música, personas que escuchan? ¿Acaso no hay muchos en las grandes ciudades?

Este les responde: Es un sitio como cualquier otro, con un escenario, una barra, mesas y sillas, un baño no muy lujoso pero cuidado. Lo que lo cambia todo es la persona que lo regenta, da cabida a cualquier persona, no hace falta que sepas cantar, solo importan tus ganas, que quieras intentarlo, escucha a las personas, el local tiene su encanto y todos los días son nuevas oportunidades.

Dicen que las personas que van, salen con una sonrisa, por tener la posibilidad de cantar, solo escuchar a quien hace lo que le gusta o le gustaría, por estar hablando solamente con el dueño.

Probar, porque solamente así tendréis vuestra propia opinión.

Un día el regente del local de la música dejo el pueblo, sin dar explicaciones, si nadie supo como llegó nadie supo porqué se fue. Desde ese día nunca volvió a ser igual.

Dicen los más viejos del lugar que ese señor vino para dar oportunidades sacando lo mejor de las personas, con un local que no era gran cosa pero tenia su encanto, escuchando, haciendo que las personas vieran las cosas desde otro punto de vista y lo más importante, creando ilusión y alegría.

Cree en ti mismo, busca tus oportunidades, la sencillez también es sabiduría, escucha a las personas, prueba y saca tus propias conclusiones, porque todos si miramos en nuestro interior tenemos parte del dueño  y parte del Local de la música.

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