lunes, 26 de enero de 2015

¡Quién dijo Miedo!


Ir caminando tranquilo, pensando y a lo lejos pareces oír ruido de tacones. Cada vez más  cerca y más cerca, hasta que al final según  crees ha llegado a tu altura, te giras y no hay nadie, solo  éstas  tu, pero... entonces que es lo qué has oído o te ha parecido escuchar....

Quizás no era una persona, no eran ruidos de tacones a lo lejos y se acercaban... eran solamente tus miedos.

Una de las creencias que tenemos más arraigada es el miedo. A lo desconocido, a que pasará, a ir solo y si me pasa algo, escénico...

Nuestro cerebro inventa todo tipo de situaciones movidas por nuestro subconsciente creando escenarios que no existen pero nos atenazan, paralizan, nos bloquean.Y los crea por algo que "nos negamos a aceptar o asumir"

Decir que son fáciles de superar no sería lógico pero si digo que es posible.

Unas veces son propios, otros según decimos heredados y otros tras un shock fuerte, los adquirimos.

Mi experiencia personal, por ejemplo, me dicta que tener miedo a los animales es superable. Y que mi creencia me decía  que era heredado.Finalmente quedo superada tras ser consciente que si es heredada es que es de otro y no es mi miedo. Todo ello tras unos cuantos años sin ponerle foco y con ayuda de un amigo a hacerme consciente, todo hay que decirlo.

Tengamos respeto por lo que hacemos, sentimos, vivimos y pensamos, pero solo respeto, porque el miedo es la creencia limitante que nos evita actuar de la manera que a nosotros nos gustaría.

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