miércoles, 19 de agosto de 2015

La llave y la carta.


Hace ya muchos años, contaban una historia que hubo dentro de la familia sobre una llave y una carta de un antepasado que dejo a sus padres que fue escrita para explicar una decisión importante . Esto es lo que se ha ido contando de generación en generación sin llevar a más la explicación, sin contar en que consistía el contenido de la carta y que abría la llave del cual se hablaba en la historia.

Un día de mayo, hablando con mi abuelo, un señor ya muy mayor, en plenas facultades físicas y mentales, le pregunte en que había de verdad en esta historia o leyenda que había sobre la carta y llave dichosa que todos hablaban pero nadie contaba nada.

El sonriendo, me miró con cara de pillo, como estos niños que han hecho alguna cosa que no esta bien y lo saben pero que no se atreven a contarlo por entender que habrá una repercusión sobre este acto.

Me dijo: mira, esto no tiene nada que ver conmigo, ni con tus padres, ni con sus abuelos, es una historia que se ha ido contando y que perdura en el tiempo, no es más que una carta que escribió un antepasado tuyo cuando un día decidió abandonar la casa en la cual vivía con sus padres por circunstancias, en la cual explicaba todo lo que había sentido en los años que había pasado con ellos. La metió en un cofre pequeño y la cerro con llave.

Ya que me preguntas y nadie ha sido capaz de pararse a saber más puesto que no han insistido en saber el contenido, todos se han quedado con el..es una historia, te contaré el contenido de la misma ya que yo, que de joven era como tú de curioso, pregunte a mi padre, tras darme una llave y  una serie de pistas, encontré el cofre pequeño en la buhardilla de la casa, hoy en día abandonada, y leí la carta.


Estuve tentado de pedirle directamente que me enseñara la carta pero me apetecía más conocer como el lo vivió ese momento, sus gestos, sus comentarios aparte del texto escrito...por lo que no me pronuncié.

La carta decía a grandes rasgos lo siguiente:

Queridos padres me voy de la casa que compartimos no porque me haya sentido mal tratado, no porque crea que no sois buenos padres o que vuestra educación ha sido mala para mí, ni mucho menos. Me voy de aquí porque yo quiero cambiar la forma de vida que actualmente llevo aquí donde vivimos, las distintas rutinas que tenéis y que generación tras generación hemos seguido teniendo.Respeto vuestro trabajo como vendedores ambulantes de telas pero considero que esto no esta hecho para mi, quiero probar fortuna en la ciudad donde creo que podré aprender un oficio y ganarme la vida de otra manera.

Ya he aprendido con vosotros los valores que una persona tiene que tener, también he aprendido a distinguir los tipos de telas, como venderlas, cuales son las buenas y las que podría vender a menor precio...esto que para vosotros era importante que yo supiera  y que ahora ya se.

Creo que es mi oportunidad el probar fortuna en otros oficios que me llaman más la atención, relacionados con el comercio pero con otro tipo, considero que si ahora no tomo esta decisión de marchar a buscar este sueño nunca será el momento y por lo tanto nunca lo intentaré.

Cuando leáis esta carta ya abre marchado, me llevo comida para varios días, después ya trabajaré para poder llevarme pan a la boca, no os preocupéis estaré bien.

Si no llegará a conseguir lo que quiero, volveré para continuar con la vida que vosotros teníais pensada para mi y que se lo hicisteis desde el amor que me tenéis el poder obtener a través de vuestras enseñanzas el poder ganarme la vida.

Por ultimo deciros que nunca me olvidaré de vosotros, iréis conmigo en cada paso que de, en cada decisión que tome siguiendo todo lo que me habéis enseñado.

Un abrazo

Cuando acabo el relato le dije a mi abuelo...pero esto que me estas contando me suena muchísimo a lo que papa hizo cuando era joven, ¿realmente esta es la carta de la cual he oído hablar hace mucho tiempo?

Mi abuelo me comentó, realmente esto que te he contado es lo que hizo tu antepasado hace muchísimos años y que repitió tu padre cuando era joven. La única diferencia es que tu padre consiguió lo que realmente nuestro antepasado quería, encontró su profesión en la ciudad, pero el muchacho del cual te hablaba, el de la leyenda,al tiempo volvió con sus padres y fue vendedor de telas.

Creamos o no en estas cosas, causalidades de la vida nos llevan a repetir ciertas situaciones o patrones que nuestros padres, abuelos u otros antepasados en su momento hicieron y que a nosotros nos llegan en la actualidad para sanarlo o conseguir lo que ellos por algún motivo no pudieron.

No debemos pensar que repetir patrones o formas de actuar son malas sino que debemos ver que nos quieren enseñar y que esta en nuestras manos el poder cambiar esto que repetimos de manera inconsciente y que tanto "nos molesta".

Pensemos que cambiar nuestros comportamientos, como actuamos, como pensamos, que queremos hacer, esta solamente en unas manos, LAS NUESTRAS.


No hay comentarios:

Publicar un comentario