lunes, 3 de agosto de 2015

Un lugar con encanto


Suena el despertador, es por la mañana temprano, el sol todavía no se ha levantado, Juan va a la cocina, pone la maquina del café en marcha, bosteza, se despereza, es pronto pero para el, sea la hora que sea es pronto si no tiene café.Necesita tomar una taza, cargada con poco azúcar, es el momento al día que debe tener para poder ponerse en marcha, quizás es cosa suya o que le pide a su cabeza que si no tiene esta taza vaya más lento pero es de esta manera.

Sorbos despacito, disfruta de la taza, es puro deleite el saborear, paladear, el olor que desprende recién hecho.

Ahora toca ducha,ya no tiene excusa de ponerse en marcha, agua templada nunca pudo con fría, dicen que es buena para las articulaciones pero ya llegará si tiene algún día este problema...

Un rato más tarde sale de casa, coge el coche, uno que le cedió su padre cuando se compro otro, no es una de sus pasiones el tener el mejor coche, le lleva y le trae que es lo que necesita por lo que con esto se conforma.

Hoy es un día apasionante le apetece conducir, irse a la montaña, respirar aire fresco, cargar pilas con la naturaleza, notar como la brisa del aire le besa, le sacude la cara, le abraza y se deja, sentir como se mece en sus manos ficticias pero es pura alegría sentir, con esto el bello se le eriza.

Sube al coche, pone música para conducir, de esta que da energía, que te positiviza el día, te lleva en volandas por donde quiera que vayas, lógicamente no es la radio, es un extracto de canciones muy conocidas que le apasionan.

Coger la carretera, tiene la suerte de que esta despejado, ni una nube en el horizonte igual que esta la carretera, va tranquilo a la velocidad adecuada, siempre la misma tiene esto que llaman velocidad sostenida,quizás no se llame así pero el se entiende.

La carretera empieza a estar más estrecha, caben dos coches muy justos, por la derecha se ve un precipicio pero no pasas cerca, ahora más despacio, sube y sube,la carretera sigue estrecha y parece que nunca acaba, subiendo hasta la cima espero que al final del camino haya buenas vistas que por lo que parece así será. Tras un buen rato, casi tres horas ya esta en la cima, es verdad que hay muy buenas vistas, las mejores, una percepción de la realidad asombrosa, todo esta a tus pies, nadie te puede pisar, te sientes eufórico, el aire que se respira parece que es muy limpio.

Se acerca un señor y le dice que hacía el otro lado hay un pueblo muy bonito, lleva muchos años ahí, no ha cambiado aunque han pasado ya unos cuantos años, todo sigue igual, dicen que quien lo visita cambia por completo, que ya no es la misma persona cuando lo deja atrás, cambia su forma de actuar, siempre estarás agradecido a ese momento que pasaste por curvas pero que mereció la pena llegar. Se atreve a bajar y si la subida era despacio pero intensa la bajada es más dura si cabe siempre vas al borde del precipicio, ves de cerca el abismo pero lo llevas bien porque vas despacio, confiado de actuar desde la sensatez de no precipitarte, de querer llegar.

Al final llega al pueblo del cual le había hablado el señor cuando estaba en la cima, es un sueño, un gran descubrimiento, esto no tiene nada que ver con estar en la cima, si eso era impresionante lo que encuentra aquí es llenarte de luz, abrir sus pulmones y respirar un aire profundo, dejar de sentirte triste para estar contento, no tener un sentimiento distinto al de la felicidad, tener los ojos como platos para observar sin querer perderte nada de lo que hay a tu alrededor, descubrir cosas que sabias que existían pero que nunca pensabas que verias ni descubrirías..es emoción en estado puro. Una sonrisa permanente.

De repente...escucha de fondo un sonido, es un timbre que cada vez suena más fuerte, sube su intensidad...abre los ojos y...es el despertador, acaso esto había sido un sueño, un bonito sueño, espectacular sobre todo en la parte final. Al lado su pareja ya despierta, le cuenta lo que ha soñado y cree cual es el significado.

Sonríe y le dice, creo que tengo la interpretación, es que debes prepararte para el camino que puede que llegues a la cima y todo te parezca maravilloso, que desde ahí creas que eres lo mejor y que nadie puede hacerte nada pero que lo realmente bonito es bajar a tu interior, a lo más profundo de ti aunque creas que vas hacía el abismo, que estas al borde del precipicio, confía en ti porque cuando llegas a lo más intimo tuyo, a tu esencia, es cuando encuentras la felicidad, este es el gran descubrimiento, poder conocerte y saber como reaccionarias desde el amor que tienes para dar a los demás.

Sube tan alto como tus expectativas te lleven pero baja a lo más profundo de tu interior y descubre todo esto que sabías que tenías y que al descubrirlas te hace tener una sonrisa permanente.

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