Peinado hacía atrás, barba de dos días, sentado en su butaca favorita, día de primavera, de estos que el aire ruge fuera, las nubes tapan por completo el cielo, no llueve pero podría darse que ocurriera. Es el momento de pensar se decía, que mejor momento para atraer todo tipo de pensamiento a tu cabeza, de sentir lo que venga, de relax corporal, de estar solo por lo que realmente te vaya viniendo y disfrutando de ese momento, sea el pensamiento que sea, bonito o menos agradable, de cariño, discusión....
Su situación en estos momentos podría decirse que era buena, trabajo estable para vivir, en ocasiones sobrevivir, un piso de alquiler, un coche que no era muy grande pero para el era suficiente y hasta hace unos meses...pensaba, ya unos cuantos, también una pareja estable. Sin guardar rencor,la relación no daba para más,llego un momento que no había amor, solo cariño pero no de pareja más de amistad, en este caso lo sensato según habían hablado era seguir de amigos pero sin compartir cepillo de dientes pensaba con una sonrisa que llegaba a su boca. Este era el primer pensamiento que le venia a la cabeza.
Aunque no era mayor, casi rozaba los 46, su vida había transcurrido entre ciertos baches que había tenido que saltar, que si una separación, que si un fallecimiento de la abuela a la cual estaba unido, que si mal de amores, el fallecimiento de su padre cuando el tenia 28 años, pero nada que no hubiera podido sortear con ayuda de la familia, amigos y una buena dosis de poner alegría a estas situaciones.
Salvo por estos pequeños momentos, la vida no le había tratado nada mal, a fin de cuentas todo esto como el bien decía, eran baches pero no accidentes graves, salvo uno se permitia reflexionar, pero del cual pudo salir también sin secuelas de por vida.
Había estudiado lo que quería, tenía los amigos de siempre, había viajado por gran parte de Europa, en novias no había ido mal y una sonrisa cercana nunca le falto....
Amante de la música, de cualquier tipo, siempre conectándole con situaciones a las cuales su cabeza le ponía imagenes y una buena banda sonora de fondo..sonreía abiertamente al recordar que ya desde muy pequeño le gustaba "enlazar" imagen y sonido. De hecho esto era a lo que se dedicaba.
Recordaba, esta vez desde un momento amargo, como tras el fallecimiento de su padre, dejo de escuchar música, dejo de poder poner ese ritmo a sus pensamientos, cómo no sonaban melodías en su interior, no había la chispa que siempre le había hecho acompañar los cuentos con sonidos, perdió el compás en su corazón y como los años siguientes, no entro en una depresión, pero las cosas no fluían del mismo modo.
Y a continuación, como el querer superar esto le llevo a conocerse más, explorar sus sentimientos y querer superar algo de lo que no podría salir si no aceptaba que solo puedes solucionar las cosas que están al alcance de tus manos, no puedes solucionar lo que no depende directamente de ti. Y como un amigo fue de gran ayuda ya que había pasado por esta misma situación. El que alguien le fuera diciendo que etapas podrían darse, que sentimientos podrían venirle, y sobre todo el escucharle, le llevo a un día sin querer a ponerle música a los sentimientos que tenía en relación al fallecimiento de su padre.
Volvía a escuchar música dentro suyo, como siempre había hecho, como nunca debió de hacerlo, desaparecía el ahogo y venía la sonrisa, el pensamiento pero no la carga, la aceptación pero no la culpa, el agradecimiento por todo lo aportado y el...ya estoy preparado para seguir.
Este ultimo pensamiento le llevo a llorar por lo que había pasado pero acabando con una gran sonrisa.
Pueden venir baches menores o mayores, pero siempre serán para enseñarnos, para aportarnos algo que de otra manera no conseguiríamos aprender.
Conectemos con lo que somos, y aunque a veces estemos bajos de energía, no dejemos de escuchar la mejor música que es la que llevamos dentro.
¡ESCUCHA TU MÚSICA!
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