miércoles, 29 de abril de 2015

Etiquetas


La gran mayoría de las veces cuando conocemos una persona le pones una etiqueta en relación a cómo viste, cómo lo ves, comportamiento o incluso le ponemos motes a las personas. 

Normalmente no tiene mucha relación con lo que es la persona ya que sin apenas conocerla, por no decir sin conocerla de nada, la "marcamos" o etiquetamos.

Esto no es más que para clasificar y así relacionar que todo lo que haga o diga con dicha relación. Habremos escuchado esto de... claro, es lógico su comportamiento porque siendo...

Incluso nosotros mismos nos estamos poniendo etiquetas continuamente no solo en cuanto a lo que decimos sino en cuanto a lo que hacemos... Yo visto de marca, causal, moderno..Soy más de playa... No voy a ese tipo de sitios... Inconscientemente nos estamos encasillando o poniendo relación con un  grupo de personas que viste, que le gusta o va a un determinado sitio.

En cuanto a estos últimos ejemplos puede ser más fácil de modificar pero en cuanto a las etiquetas personales, por mucho que esa persona cambie, es complicado que dejemos de verle como nosotros le hemos visto o le pusimos  "a primera vista". Es más, nos sorprendemos y mucho cuando una persona hace o dice algo fuera de lo que es "su comportamiento" según debería con un...no me pega a lo es el y lo mismo  solo le conoces de 15 días.

Es también curioso que cuando nos enteramos de nuestra etiqueta nos molesta que nos vean de una determinada manera si no es algo positivo. Nos conecta con cosas que no vemos o no queremos ver o simplemente otros ven y nosotros no nos hemos visto así...y decimos...la gente no me conoce...cómo me pueden ver así...pues  este/a ya podría mirarse en el espejo... echamos "la culpa" al de fuera cuando somos los primeros en hablar.

Miremos más con los ojos del corazón que con la cabeza, porque el primero acoge independiente de como sea la persona y la mente juzga o clasifica o evalúa.

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