Amaneciendo, sentado en la arena húmeda, huellas de pasos, que vienen, llegan hasta donde estoy y se alejan.
El sol va saliendo de entre el mar y recorriendo el cielo lentamente haciendo un recorrido ascendente.
No hay más sonido que el arrullo de las olas que van y vienen o vienen y van.
Cierro los ojos, este sonido desde pequeño me ha relajado; transportado a un mundo de sueños y sensaciones más allá de donde estaba sentado.
Olor a mar, a recuerdos, a sal, a libertad, a tierra mojada, a no hay fin en hacer.
Sabor a tranquilidad de café mañanero sin hora en volver. El paladear la situación.
Pensamientos de... tranquilidad, estabilidad, unión con la naturaleza pura, con esencia de la vida.
Primeros sonidos a lo lejos, un perro labra, se oye su carrera, el dueño llamándole.
Es hora levantarse, sacudirse la ropa, desandar el camino y.... disfrutar de ese café soñado frente a la imagen del mar.
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